Desde sus primeros trabajos en la startup Easy Taxi, la primera aplicación de taxis en Lima, y en de L’Onda, marca de jugos, Jimmy (Administración, 2015) nunca dejó de pensar en la idea de iniciar más adelante un emprendimiento propio. Así que cuando su pareja, Michelle Gomberoff (Administración, 2018), le comentó sobre la novedosa aplicación que había conocido en Australia, decidieron emprender juntos el negocio de Cirkula, un aplicativo a través del cual los usuarios pueden acceder a los excedentes de comida de restaurantes con rebajas de hasta 40%. Comenzaron con el diseño y el prototipo de la plataforma. Para inicios de 2020, cuando realizaron el primer despegue de la plataforma, llegó la pandemia del C0VID-19 y tuvieron que abortar la misión. Sus aliados (locales y negocios de venta de comida) se habían visto obligados a cerrar operaciones hasta nuevo aviso.
El dúo de emprendedores aprovechó para experimentar y mejorar el diseño y la operatividad del negocio. Finalmente, el lanzamiento oficial se produjo en julio de 2020. Los ayudó a despegar el hecho de que, por sus trabajos anteriores, Jimmy manejaba una cartera de clientes de tiendas y supermercados.
ALUMNI UP (AUP): ¿Cómo decidiste seguir la carrera de Administración?
Jimmy Baudts (JB): No fue una decisión complicada. Por un lado, siempre me gustó hacer negocios, y por el otro, mis padres son egresados de la UP. Si quería tener un negocio exitoso, debía seguir sus pasos. Es más, durante quinto de secundaria nunca rendí un examen vocacional porque ya sabía dónde y qué quería estudiar.
En 2015, recién egresado de la universidad, tuvo la oportunidad de asistir a reuniones con representantes de las empresas más importantes de Silicon Valley, en San Francisco, como Facebook, Google y Netflix, entre otras. “El tema de las incubadoras, que trabajan potenciando startups de todo tipo, me pareció fascinante. Escuché, de primera mano, historias sobre los inicios de negocios basados en nuevas tecnologías y los sorprendentes éxitos que habían logrado en poco tiempo”.
AUP: ¿Cómo así se animaron a emprender?
JB: En nuestra decisión se conjugan dos temas importantes. Como peruanos estamos muy orgullosos de nuestra gastronomía, pero también somos conscientes de ese lado negativo que pocos conocen: grandes, medianos y pequeños productores tienen excedentes de comida en perfecto estado que todos los días se ven obligados a botar. Nosotros evitamos que esa comida se bote y la vendemos a un precio más barato.
AUP: ¿Por ejemplo?
JB: Actualmente trabajamos con más de 250 locales. Como Primos Chicken Bar que, por distintas razones, tienen excedentes de pollos enteros o en cuartos. Nosotros vendemos estos productos con 40 % de descuento, o sea 39 o 12 soles, respectivamente. Otro ejemplo es La Crocante: sus cheesecakes pasan de costar 95 a 57 soles. O panadería y pastelería Masana, donde un focaccia de masa madre se rebaja de 13 a 7.8 soles.
AUP: ¿Qué relevancia adquiere tu trabajo en un contexto global de cambio climático con cada vez más señales alarmantes?
JB: Cirkula permite a todos nuestros aliados (restaurantes, cafeterías o cualquier marca de comida) vender sus excedentes de comida de calidad a usuarios a más de 40 % de descuento. Comida en perfecto estado de conservación que sin la intervención de Cirkula terminaría en un vertedero. Pero el concepto del negocio no radica solamente en evitar el desperdicio de comida, lo cual permite que se cierre el círculo y finalmente sea consumida, sino también en contribuir a la protección del medio ambiente.
AUP: ¿Cómo así?
JB: Cuando la comida se descompone, emite metano, un gas que contamina mucho más que el ya famoso dióxido de carbono (CO2) en el corto plazo. Te lo grafico de esta manera: si el desperdicio de alimentos fuese un país, sería el tercero con más emisiones de CO2 después de China y EE.UU.
AUP: Impresionante dato. ¿Qué volumen aproximado de comida comercializan al mes y cuánto representa ese volumen en emisión de gases de efecto invernadero no producido?
JB: Actualmente hemos evitado que más de 150 toneladas de CO2 sean emitidas al medioambiente gracias a los más de 5,000 pedidos que tenemos mensualmente. Estamos dándole sostenibilidad a una industria con la cual todos los peruanos se identifican y se sienten orgullosos. Ahora tenemos una razón más para sentirnos orgullosos. ■