Con la salida de Donald Trump de la presidencia de EE. UU. se cierra un periodo muy duro para el pueblo norteamericano, pero no representa el fin de la carrera política del magnate. El catedrático Norberto Barreto nos da mejores conceptos para entender el impeachment.
¿Con qué legado se está yendo Donald Trump de la presidencia de EE. UU.?
Lo que pasó durante el asalto al Capitolio es el mayor legado que deja el presidente Donald Trump, quien va a pasar a la historia como el único mandatario de los Estados Unidos que ha sido enjuiciado dos veces. Él tiene el 50 % de los impeachments que ha registrado el país, lo que denota el desastre que han sido sus 4 años de gobierno.
¿Cree que despintó el legado económico que ostentaba?
Hace un año Trumpo estaba en una posición sólida para ser reelegido. Esto se debe a un proceso de crecimiento muy bueno por el que atravesaba el país, no precisamente por Trump, pues este se daba desde antes de él y se continuó con su gestión. Hablamos de una tasa baja de desempleo y una economía en crecimiento.
Entonces aparece el covid y lo cambia todo, y la economía de los Estados Unidos se desploma porque en periodo récord el país tenía a miles de desempleados en las calles a causa de la pandemia.
¿Por qué aún hay gente que cree en las falacias del presidente?
Con la situación sanitaria por la que atraviesa el país, Donald Trump debió haber recibido una paliza más grande en el resultado de las últimas elecciones. El problema es que ahí sus partidarios votan por él de forma ideológica. Su legado es terrible. La historia lo juzgará, pero no lo juzgará bien.
¿Qué pierde Trump con el impeachment?
Ese juicio político no se va a acabar porque Trump acabe su mandato. El presidente va a seguir su proceso después de que Biden juramente como presidente. El impeachment tiene varios objetivos.
El primero es que no se quede impune su responsabilidad en el ataque al Capitolio, el otro objetivo es privarlo de la pensión saludable que gozan los exmandatarios, así como el millón de dólares al año que reciben los ex jefes de Estado para viajar, y sobre todo se va a quedar sin acceso a los reportes e informes de inteligencia. Ya no lo van a juzgar para expulsarlo de la presidencia, pero sí para inhabilitarlo políticamente.
¿Al inhabilitar a Trump se anula también una ideología que corre el riesgo de regresar al poder en 4 años?
Trump no es la enfermedad, sino un síntoma de la enfermedad. EE. UU. es un país profundamente dividido ideológicamente y sobre todo en factores raciales. Esa división no la creó Trump, sino que ya existía anteriormente. Solo que el mandatario la aprovechó con demagogia para ganar apoyo de la sociedad norteamericana y profundizar aún más las divisiones.
¿Qué imagen de EE. UU. deja Trump a la comunidad internacional?
Muy mala. Trump ha hundido la imagen de EE. UU. mucho más bajo de lo que Bush la había dejado con lo de Abu Ghraib y Guantánamo. Esta misma fue recuperada impresionantemente durante el gobierno de Obama.
La percepción del país es que Joe Biden tendrá que trabajar fuertemente porque el republicano ha alejado a Norteamérica de sus aliados naturales y ha complicado su relación con China. Trump se ha convertido en una versión inversa del rey Midas.
¿Qué reto tendrá que asumir la nueva administración de Joe Biden?
Biden tiene un reto brutal, pues llega a la Casa Banca y tiene que enfrentar crisis desde todos los frentes. Actualmente recibe un país dividido políticamente, con niveles de violencia que no se habían visto en mucho tiempo.
Además, la nación también está enferma, con altos niveles de contagio por coronavirus. Trump está dejando a Biden un país en serios problemas. Ahora estamos por ver si es que el demócrata tiene la energía para poder enfrentarlos todos durante su mandato.