Ingresó a estudiar Economía en la Universidad del Pacífico en 1991, un año después del severo shock económico puesto en marcha para contener la hiperinflación acrecentada a velocidad de vértigo en el quinquenio precedente. “Un lunes sucedió que, con el dinero que mis padres me habían dado para la movilidad y la alimentación de toda la semana, solamente pude comprar un paquete de galletas”, recuerda Gianmarco en una anécdota que resume aquellos tiempos. El hecho es que cuando empezó sus estudios en la universidad, la economía estaba dramáticamente presente y en toda su dimensión. Para un joven ávido de conocimiento, eso tenía al menos un lado bueno: “las distintas teorías que aprendíamos en clases”, recuerda, “se manifestaban todos los días frente a nuestros ojos en forma de hechos concretos que impactaban nuestras vidas”.
Sus prácticas preprofesionales las realizó durante su último año de estudios, en 1996; primero, en el área de Tesorería de Cervecería Backus & Johnston y luego en el Grupo Apoyo, como periodista de las publicaciones Semana Económica y Perú Económico, donde continuó trabajando tres años después de graduarse de la UP. Los tiempos estaban cambiando. Tras el periodo de recesión, el motor de la economía empezaba a echarse a andar con nuevas reglas, llegaban grandes inversiones y aumentaba el empleo. Su quehacer periodístico le permitió conocer este crecimiento de primera mano, a partir del contacto directo con los principales líderes de negocios de la época y la oportunidad de estar presente en eventos como la CADE.
En el año 1999, Gianmarco tenía 25 años y decidió cambiar de rumbo. Dejó su empleo en Apoyo para, aprovechando que su esposa se había ganado una Beca Fulbright en EE.UU., postular a una maestría en la Universidad de Pittsburgh, en Pensilvania. Esto es, la casa de estudios en la que era profesor Folke Kafka, exprofesor de la UP y autor del libro Teoría Económica, el cual Gianmarco había usado como texto principal en los cursos de Economía I y Economía II en la UP.
ALUMNI UP (AUP): ¿Qué diferencia encontraste entre el pregrado de la Universidad del Pacífico y la maestría en la Universidad de Pittsburgh?
Gianmarco Calvo (GC): Algunos cursos de la UP, como por ejemplo Econometría I y II, eran muy matemáticos y técnicos, llegando a altos niveles de rigurosidad y profundidad teórica que, siento, me ponían en ventaja frente a estudiantes de otras universidades del mundo. Mi MBA en EE.UU. fue un excelente complemento a esas clases, porque se basaba en el estudio de casos reales, era más práctico y orientado a cómo aplicar los conceptos teóricos a la vida real.
AUP: ¿Cómo llegaste a Novartis, la multinacional de la industria farmacéutica y biotecnológica con sede en Basilea (Suiza) en la que hoy te desempeñas como CFO para Europa?
GC: A través de la Bolsa de Trabajo de la Universidad de Pittsburgh. Eran los inicios de las páginas web para buscar oportunidades de empleo en EE.UU., Latinoamérica o Europa. Novartis me convocó a una entrevista en una feria de trabajos en Bélgica, a la que tenía que ir por mi cuenta: conseguí un vuelo barato, me alojé en un hostal de mochileros, me puse traje y corbata, y fui a la entrevista hecho un manojo de nervios; no solamente por el reto profesional y la magnitud de la empresa que me estaba convocando, sino también porque para pagar mi maestría había adquirido una deuda importante.
La oportunidad que ofrecía Novartis era la de integrarse a un programa de desarrollo acelerado en finanzas que buscaba congregar jóvenes talentos de diversas culturas que hicieran carrera a largo plazo en la empresa, empezando en la casa matriz en Suiza y luego, rotando a un par de posiciones en otros países con cada vez mayor responsabilidad hasta acceder a puestos de liderazgo en el área de finanzas de la empresa a nivel global. Pero no lo contrataron inmediatamente. Unos días después, lo contactaron y, tras decirle que les había gustado su perfil, lo invitaron a Suiza, esta vez por cuenta de la empresa. Siguieron ocho entrevistas y un examen. Uno de los funcionarios que lo entrevistó hablaba castellano y había leído artículos escritos por Gianmarco en las publicaciones de Apoyo para preparar la entrevista. Otra de las cosas que llamó la atención de Gianmarco fue que el Director Financiero Global de Novartis, un suizo, supiera mucho de política y actualidad peruana.
En 2003, tras casi dos años en Basilea (Suiza), Gianmarco fue llamado para su siguiente rotación en Milán (Italia), pasando luego por Boston (EE.UU.) y Estambul (Turquía), para volver nuevamente a Basilea en 2017. Desde entonces ha continuado asumiendo diversos roles de alta responsabilidad, incluyendo desempeñarse como CFO Global de lo que fue la división de Oncología, hasta llegar a su cargo actual como CFO de Novartis Europa, la empresa farmacéutica más grande de Europa en términos de ventas totales.
AUP: ¿Novartis no desarrolló alguna vacuna para el COVID-19?
GC: No directamente, aunque contribuimos con algunos aspectos del proceso productivo de las vacunas que se lanzaron. En marzo de 2015 Novartis vende por razones estratégicas su división de vacunas, donde yo trabajé por 8 años. Este negocio incluía uno de los programas de desarrollo de vacunas RNA más avanzado del mercado en ese momento. Hoy se sabe que ese tipo de vacunas fue el que más éxito tuvo para combatir el COVID.
AUP: Participaste activamente en aquella operación. ¿A cuánto ascendió la venta?
GC: Fue una operación de venta en tres partes por un monto total que se acercó a los 10 mil millones de dólares. Fue increíble ver cómo se trabaja en operaciones de este tipo en lugares como Nueva York y en Londres. El nivel de responsabilidad, adrenalina y estrés fue altísimo. Yo era el responsable de proveer la información que requerían los compradores y absolver todas sus preguntas, algunas de ellas, obviamente, destinadas a impactar en la valorización final de la operación. Una oportunidad profesional única. Lo que aprendí y lo que viví en esos años, creo que no tiene precio. ■