El 7 de setiembre de 1955 se publicó la Ley N° 12391, que permitió a las por primera vez las mujeres peruanas votar en las elecciones generales de 1956. Si bien esta Ley constituyó un avance importante, se promulgó con algunas restricciones, ya que sólo gozaban de este derecho las mujeres que sabían leer y escribir, y que tenían más de 21 años, o más de 18, siempre y cuando estuvieran casadas.
En esas primeras elecciones generales que contaron con el voto femenino se eligieron a las primeras 9 parlamentarias peruanas: una senadora y ocho diputadas, representantes de las regiones de Cajamarca, Lima, Junín, Áncash, La Libertad, Piura y Loreto.
En las recientes elecciones generales de 2021, de acuerdo a las estadísticas del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), 12,745,409 votantes era mujeres, lo que representa el 50.4% del padrón electoral. Asimismo, la información del JNE reveló en la distribución por sexo, según grado de instrucción, no se registra una diferencia significativa entre hombres y mujeres, con excepción de los grados "iletrados", donde las mujeres constituyen el 25%, "primaria incompleta", donde alcanzan el 54.5%, y "Técnica completa", donde ascienden al 33.8%.
Por otro lado, de acuerdo también a la estadística publicada por el JNE, de los 18 candidatos presidenciales que se presentaron, dos fueron mujeres, mientras que de los postulantes para el cargo de primer vicepresidente la figura se invirtió, siendo 18 las candidatas a este puesto. Aunque para el cargo de segundo vicepresidente, nuevamente contamos solo con dos candidatas.
Asimismo, tuvimos 2,518 candidatos para el Congreso inscritos, de los cuales el 50% fueron mujeres, de las cuales 49 fueron elegidas como parlamentarias (de 130 congresistas), el mayor número de mujeres en los últimos 20 años de funcionamiento de la institución.
Cecilia O'Neill, decana de la Facultad de Derecho de la Universidad del Pacífico (UP), destacó la importancia de esta fecha, porque no solo nos permite recordar los primeros pasos de la participación política de las mujeres, sino que, además, revela que el cambio de paradigma sobre los derechos de las mujeres tomó demasiado tiempo en el Perú y que - de hecho - no ha cambiado del todo.
"El camino es largo. Habremos conseguido el desarrollo pleno de las mujeres cuando a todos los peruanos nos parezca inverosímil que para muchas familias hoy es normal que los niños vayan a la escuela, mientras que las niñas se quedan en casa", remarcó.
Por su parte, Ana Neyra, profesora de Derecho de la UP, señaló que existen barreras que impiden el pleno ejercicio de los derechos políticos de las mujeres relacionados con el uso del tiempo, ya que las mujeres emplean gran parte de este en labores domésticas no remuneradas, y los prejuicios, porque existe un estigma de que las mujeres deben encargarse de las labores de cuidado y no de liderazgo, lo que replica en las familias y en las organizaciones como los partidos políticos.
"Además, a las mujeres se nos da menos espacio en medios de comunicación, como especialistas o como candidatas, menor financiamiento para campañas y muchas veces sufrimos acoso político, que solo recientemente es sancionado. Esta suma de circunstancias dificulta muchas veces que las mujeres podamos participar en política", finalizó.