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Hace poco, leí un artículo en Time titulado "How the Gig Economy could save capitalism" donde, en resumen, se plantea una versión High Tech del capitalismo basada en la economía colaborativa y el emprendimiento.

En el siglo XVII, los descubrimientos de nuevas tierras, de nuevos productos, formas de hacer negocios solo fue posible gracias a la inmensidad del océano, que hizo las veces del internet en empezar a conectar al mundo.  Hoy, este océano es la conectividad via internet y, en especial, via teléfonos móviles, que nos mantienen conectados estando en cualquier parte del planeta.

El ingreso de la generación de los millenials a la fuerza laboral hace imprescindible un país moderno, un país que brinde oportunidades y donde el Estado juega un rol fundamental creando y fomentando un marco regulatorio que haga posible retener al talento nacional e interesar al talento foráneo, permitiendo así  la formación de un mercado dinámico y de alcance regional (por ejemplo, Alianza del Pacifico).

Para este propósito, me permito hacer un pequeño listado a tener en cuenta:

1. Continuar, ampliar y modernizar el esfuerzo institucional desde el Estado en promover a las start ups y la investigación científica proveyendo capital semilla, promoviendo además las etapas tempranas de la financiación como redes de inversionistas ángeles y fondos de inversión de capital de riesgo;
2. Mayor articulación y coordinación entre las entidades de gobierno, el sector privado y la academia (triple hélice), sobre todo en hacer investigación aplicada e investigación profesional.
   
3. Mayor involucramiento del MEF en el desarrollo de nuevas y mejores políticas tendientes a facilitar mecanismos de financiación para emprendedores, NO les pedimos recursos, les pedimos principalmente que se involucren, que se interesen.  Hay suficiente liquidez en el mercado, lo que faltan son instrumentos y una regulación moderna más a tono con los tiempos actuales;
   
4. Participación activa de los reguladores en los eventos de emprendimiento, igualmente deben de interesarse en el tema y en las nuevas tendencias del mercado global en referencia; por ejemplo, al FINTECH: como lograr una mayor inclusión financiera y formalización de los nuevos empresarios, así como reducir la fricción natural en los costos asociados de captación de recursos y colocación de los mismos.  Nuevas tecnologías hacen más seguro y menos costosas las transferencias de dinero (diáspora); por ejemplo, apelando al blockchain y cryptocurrencies.  Los smartcontracts será algo de lo  que se empezará a hablar en breve gracias a estas tecnologías hoy validadas y disponibles.
5. Igualar las oportunidades a nivel nacional, promover una cultura emprendedora desde los colegios y fortalecer en las universidades de provincia, sobre todo, la formación de incubadoras de negocio de clase mundial.  Destinemos recursos a fortalecer a las provincias, no todo está en Lima, y cada vez es menos cierto que Lima es el Perú.
6. Llevar  cabo un plan nacional de penetración de internet más agresivo y con mayor velocidad (Fibra óptica), el tiempo juega un rol importante en este segmento, y la ampliación de un mercado nacional cada vez más conectado contribuye con hacerlo más atractivo.
7. Educación Financiera, es un tema crucial en un mundo conectado, educar e incorporar a la población que hoy no cuenta con acceso a servicios financieros implica promover una industria inclusiva como el FINTECH que no hace más que mejorar la calidad de vida de la población.
8. Las empresas de telecomunicaciones juegan un rol fundamental en complementar el limitado acceso al internet y por tanto, a servicios digitales como la billetera electrónica o información de precios, programas diseñados para lograr una mayor inclusión deben de ser tomados en cuenta.  Mecanismos de verificación de identidad y prepago de servicios son algunos ejemplos de ello.
9. El rol de la academia debe y tiene que ser activo, si bien el trabajo en las aulas es fundamental, debemos a acompañar al emprendedor en abrirle nuevas rutas, luchar en la adopción de nuevas reglas de juego (léase propuestas en regulación y políticas públicas) y abrir camino para demostrar, en a practica, que es posible llevar a cabo alguna actividad innovadora o que funciona en otros mercados y que requiere ser tropicalizada.

Nuestra visión de un país moderno al 2021 nos lo imaginamos como un país emprendedor.  Este nuevo gobierno tiene la oportunidad de oro: activar la cuarta hélice del crecimiento económico, la inclusión y la igualdad de oportunidades: El Emprendimiento.

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Javier  Salinas

Director del Centro de Emprendimiento de la Universidad del Pacífico